Abstract The Boletín del Instituto de Geología is the record of a substantial part of the development of the geology in Mexico. Although toward the end of the XIX century there was already a relatively copious geologic literature, in particular on the geology of mining districts, it lacked enough accuracy as well as a complete scientific rigor. In order to put an end to the existing confusion, Antonio del Castillo proposed, and persevered on it until its consecution, the creation of a government organization, the Instituto Geológico de México, that would accomplish the geologic study of the national territory with an appropriated academic level under both the pure and the applied perspectives of science. While the Congreso de la Unión studied a presidential proposal on the creation of the new institution, which was sent to it on 26 May 1886, the president Porfirio Díaz emitted in March 1888 a decree creating the Comisión Geológica of a temporary character. It had a brief life because on 17 December 1888 the Congreso de la Unión approved the submitted proposal, and the next day the President emitted the decree that founded the Instituto Geológico. That decree was validated on 25 December 1888 by its publication in the Official Newspaper of the Federation. Following the original path traced by A. del Castillo, the Boletín del Instituto de Geología has been putting to the service of the science as well as the industry, several studies on the nature of the national territory. Because of the global scope the Institute has had about geology, they have covered the following subjects: (1) description of the chronostratigraphic units in the first explanatory text of a geologic map, (2) the fauna and flora that particularize those units in relation with the stratigraphy, (3) the petrology of igneous rocks, (4) regional geologic monographs, (5) geologic studies of the main mining districts and their economic potential, (6) the geologic and mining bibliography, (6) the first seismologic studies, (7) the first studies on oil reservoirs, (8) geohydrologic studies, (9) the systematic and geographic catalogs of mineral species, (10) speleology, (11) mineralogy, (12) geochemistry, (13) marine geology, (14) sedimentology, (15) paleogeography, (16) tectonics, (17) metamorphic geology, and (18) environmental geology, among other subjects. This great diversity of topics was due to the broad scope the Institute have had; however, some of them are no longer subjects of study. This is because, according to the tendency toward specialization, the Instituto de Geología has given birth, at least in a partial manner, to other organizations that cover specific disciplines: Petróleos Mexicanos, the Comité Directivo para la Investigación de los Recursos Minerales (the present Servicio Geológico Mexicano), the Instituto de Geofísica, the Centro de Ciencias del Mar y Limnología, and the Centro de Geociencias, the three last ones also pertaining to the Universidad Nacional Autónoma de México.
Resumen En el Boletín del Instituto de Geología está registrada una parte sustancial del desarrollo de la geología en México. Aunque hacia finales del siglo XIX ya existía una literatura geológica relativamente abundante, en particular sobre los distritos mineros, ésta carecía tanto de exactitud como del suficiente rigor científico. Ante esta situación, Antonio del Castillo propuso, y perseveró hasta su consecución, la creación de un organismo gubernamental, el Instituto Geológico de México, que se encargara de la investigación geológica del territorio nacional, bajo la doble perspectiva de ciencia pura y aplicada, con un nivel científico adecuado para terminar con la confusión reinante. Mientras el Congreso de la Unión analizaba la iniciativa presidencial sobre la nueva institución que le fuera enviada con fecha del 26 de mayo de 1886, el presidente Porfirio Díaz emitió en el mes de marzo de 1888 un decreto por el que se formaba una Comisión Geológica que tendría un carácter temporal. Ésta tuvo un período de vida muy corto, ya que el 17 de diciembre del mismo año se obtuvo la autorización del Congreso y al día siguiente se emitió el decreto presidencial que fundaba oficialmente el Instituto, el que tuviera vigencia a partir del día 25 de ese mes, cuando fue publicado en el Diario Oficial de la Federación. Siguiendo el rumbo original trazado por A. del Castillo, el Boletín del Instituto de Geología ha puesto al servicio tanto de la ciencia como de la industria los estudios de la naturaleza del territorio nacional, desde (1) su constitución en unidades cronoestratigráficas en el primer texto explicativo de una carta geológica, (2) la fauna y flora que particularizan dichas unidades en relación con la estratigrafía, (3) la petrología de las rocas ígneas, (4) monografías geológicas regionales, (5) la descripción de los principales distritos mineros y de su potencial económico, (6) la bibliografía geológica y minera, (6) los primeros estudios sismológicos, (7) los primeros estudios sobre los yacimientos petroleros, (8) estudios geohidrológicos, (9) los catálogos de las especies minerales, (10) espeleología, (11) mineralogía, (12) geoquímica, (13) geología marina, (14) sedimentología, (15) paleogeografía, (16) tectónica, (17) geología metamórfica, y (18) geología ambiental, entre otros temas. Esta riqueza de tópicos cubiertos fue resultado del enfoque global que sobre la geología tenía la institución; en la actualidad, varios de ellos ya no forman parte de las líneas de investigación de la misma. Lo anterior es porque, debido a la tendencia a la especialización, el Instituto de Geología ha dado origen, por lo menos de manera parcial, a otras instituciones que se ocupan del estudio de dichas disciplinas de una manera específica: Petróleos Mexicanos, el Comité Directivo para la Investigación de los Recursos Minerales (el actual Servicio Geológico Mexicano), el Instituto de Geofísica, el Centro de Ciencias del Mar y Limnología, y el Centro de Geociencias, las últimas tres también pertenecientes a la Universidad Nacional Autónoma de México.